La diferencia elemental: La sobrecarga sensorial.
La sobrecarga sensorial se produce cuando los sistemas sensoriales no pueden tolerar más información sensorial que proviene del entorno (o de sus propios cuerpos) respondiendo con un mecanismo primario y automático de "pelear/paralizarse/huir".
“Una rabieta conductual o por una sobrecarga sensorial pueden verse esencialmente a través de la misma conducta, pero su causa y su abordaje es diferente.”
Un niño tiene una "rabieta" a causa de una sobrecarga sensorial cuando ha sido expuesto a demasiada información sensorial (Por ejemplo, en un fiesta infantil, salir de la escuela, un concierto o un centro comercial un sábado por la tarde) y el manejo conductual "estándar" (como el tiempo -fuera, negociación y reflexión) no van a funcionar. Recordar que los niños van a reaccionar de forma diferente a la sobrecarga sensorial. Aquí algunos ejemplos:
a) Algunos pueden mostrarse muy irritables y que "nadie se les acerque"
b) Otros pueden estar todo el tiempo muy pegados a sus padres.
c) Un grupo puede escapar y correr lejos.
d) Otros se mostrarán quietos pero evasivos.
e) Unos niños se vuelven agresivos.
Algunas estrategias sensoriales que ayuden a calmar a un niño que tiene una rabieta por una sobrecarga sensorial pueden ser mecerlo suavemente, abrazarlo, cantarle o utilizar música, o reducir la información sensorial (como ocultarlo bajo una manta o llevarlo a un lugar con menos estímulos sensoriales).
Si la rabieta es por una causa conductual entonces se requiere de límites y un manejo firme. Parte de manejar una rabieta conductual es hablar con el niño acerca de que no es una opción ésa conducta y cuáles son las alternativas -apropiadas para su edad- de manifestar su frustración.
Generalmente un niño que tiene una rabieta "sensorial" está agotado física y emocionalmente luego del episodio, mientras que un niño que ha tenido una rabieta "conductual" puede levantarse y seguir su día como si nada hubiese pasado.
Las rabietas sensoriales requieren de estrategias precisas que ayuden a contener y "recargar" el sistema sensorial para que el niño pueda volver a entrar "en sintonía". Es importante que los padres y demás adultos alrededor puedan identificar si el niño está teniendo una rabieta de causa sensorial o conductual, y para ello tienen que compartir momentos con ellos, favorecer su autonomía y estar atentos a las situaciones o sensaciones que podrían disparar ésas reacciones.
Formas en las que podemos ayudar como padres:
- Conectarnos con lo que está sintiendo el niño y validarlo, independientemente de que para nosotros sea "una exageración". Esto favorece nuestro vínculo con nuestros hijos y genera confianza y apertura. El niño podrá contarnos libremente cual es la causa de su reacción.
- Hablar y escuchar. Prestar atención y dejar que el niño hable sobre las cosas que le interesan. Preguntarle amablemente si se muestra evasivo al inicio.
- Crear "ayudas para la rutina" como una canción, frase especial o conversación que indique el momento que viene después. Mientras mejor los preparemos para las situaciones posteriores, más fácil les será regularse ante las diferentes demandas que se presenten.
- Hacer una "cita". Podemos establecer una fecha en la semana donde elegiremos con nuestro hijo o hija realizar una actividad juntos. Así no sólo trabajamos vínculo sino anticipación y conocimiento de nuestras preferencias sensoriales.
- Contacto físico. Una forma de comunicación muy efectiva es a través del contacto. Quizás tu hijo no sea muy conversador y necesitarás de otros canales de comunicación. Acariciar su cabello, sus mejillas, bailar juntos, sentarlo cerca mientras le cuentas un cuento o abrazarlo cálidamente sin decir palabras envían un mensaje de confianza, disposición y contención que ayudará no sólo a los niños.
Hay varias notas y videos en la página que pueden ayudar más respecto a este tema, así que los invito a visitar ambas secciones.
Si las rabietas son intensas y frecuentes, en diferentes escenarios e independientemente de la persona que esté a cargo, entonces sería bueno una consulta especializada.